Simplemente empezar

He pasado gran parte de mi vida escuchando esa frase tan repetida de que tenemos «la mejor sanidad del mundo».
Siempre me pareció una verdad con mayúsculas.
Siempre fui bien tratado cada vez que necesité un hospital, un centro de salud, una urgencia.
Siempre me sentí agradecido. Aplaudí por la ventana.

Mi tía y madrina es enfermera. Desde pequeño vi normal que sacrificara festivos, vacaciones, cenas familiares… Nunca me planteé qué implicaba. Era «su trabajo».

Mi cuñada es enfermera, pero hasta que no tuvo hijos, y pensé en qué pasaría cuando mi hermano quedase de noche solo con ellos, no me planteé lo que implicaba. Era «su trabajo».

Ahora mi compañera de vida es enfermera, egoístamente, ahora que lo vivo de cerca, que tengo una visión diaria de como se trata a los profesionales sanitarios… Es «su trabajo» pero ¿a costa de qué? ¿a costa de todo?

La perspectiva ha cambiado del todo, no es una suerte de sanidad, no es un sistema maravilloso.
Es el esfuerzo constante de miles de profesionales.
Es su tiempo, sus sueños, su descanso, su vida.

Hoy sé que no tenemos «la mejor sanidad del mundo».
Tenemos profesionales que sostienen un sistema que casi nunca los sostiene a ellos.
Que pagan con su cuerpo, su salud mental y su vida personal las carencias de un sistema que presume de ellos, pero que muchas veces no los cuida como debería.

Bata sin capa nace para que una profesional sanitaria libere sus ideas, para invitar a la reflexión, porque creo que sin falta de tener que compartir vida con ellos, los sanitarios, merecen más que un aplauso por la ventana, no son héroes, son personas.

Un compañero de vida y webmaster.